El Parador de El Saler es una joya escondida entre el Parque Natural de la Albufera y el mar Mediterráneo. Está rodeado por dunas, un inmenso pinar y por el campo de golf del Parador.

Pertenece al nivel 3 de Viajes Sostenibles del portal BOOKING.COM , ya que lleva a cabo las siguientes medidas:

1. Residuos

• Hay papeleras de reciclaje a disposición de los clientes y la basura se recicla
• Hay dispensador/refrigerador de agua
• No se utilizan botes mini de plástico de un solo uso para el champú, el acondicionador ni el gel de baño
• No se utilizan cucharillas de plástico de un solo uso
• No se utilizan pajitas de plástico de un solo uso
• No se utilizan botellas de agua de plástico de un solo uso
• No se utilizan botellas de bebidas de plástico de un solo uso
• No se utilizan vasos de plástico de un solo uso
• No se utilizan cubiertos ni vajilla de plástico de un solo uso

2. Energía y gases de efecto invernadero

• La mayoría de las luces del alojamiento usan bombillas LED (de bajo consumo)
• Todas las ventanas son de doble acristalamiento
• Toda la electricidad procede de energías renovables
• El alojamiento trata de reducir el desperdicio alimentario
• La electricidad funciona con sensor de movimiento o tarjeta
• Hay un punto de carga para coches eléctricos
• Hay opciones vegetarianas
• Hay opciones veganas

3. Agua

• Los WC usan poca agua
• Las duchas usan poca agua
• Se puede renunciar a la limpieza diaria de la habitación
• Se pueden reutilizar las toallas

4. Destino y comunidad

• Se ofrecen tours y actividades organizados por empresas y guías locales
• Los artistas locales pueden exponer sus obras aquí
• El alojamiento proporciona información sobre los ecosistemas, el patrimonio y la cultura locales, y sobre el comportamiento esperado

5. Naturaleza

• No se exhiben ni se interactúa con animales salvajes (no domesticados) mantenidos en cautividad en el alojamiento, tampoco se consumen, se venden ni se cazan o matan con otros fines
• El alojamiento tiene espacios verdes, como jardín o azotea verde
• El alojamiento compensa una parte de su huella de carbono