Estudio de necesidades de espacio, tecnologías de medición, sensores, equipamiento, conectividad y metodologías de análisis de datos para impulsar la medición en tiempo real en el Living Lab

El objetivo de este estudio es dotar al sector hotelero valenciano de un marco operativo, verificable y escalable para medir y gestionar, en tiempo real, los indicadores clave de circularidad en hoteles. El estudio articula ese marco en cuatro ejes:

  1. definición del espacio experimental (Living Lab) y de los puntos de medida por zona del hotel.
  2. selección de tecnologías de sensorización y conectividades capaces de alimentar los indicadores de la herramienta de evaluación de circularidad.
  3. diseño de la arquitectura de datos y del cuadro de mando que permita la toma de decisiones diaria
  4. estimación de inversiones y retorno asociado a la implantación en habitaciones y áreas de alto consumo (energía, agua, residuos y desperdicio alimentario).

Este propósito se enmarca en la propuesta “Impulso de un Living Lab para promover la transformación verde del Sector Turístico Valenciano a través de la incorporación de tecnologías circulares” y en los objetivos operativos O.E.1–O.E.5 ya definidos en la memoria del proyecto, que incluyen el perfeccionamiento de la herramienta, el despliegue del Living LabHot-EC, la cooperación con agentes sectoriales y la preparación de una guía y un sello autonómico de circularidad.

El Living Lab se concibe como un entorno real (un hotel) donde se ponen a prueba, con datos, tecnologías eco-innovadoras y métodos de gestión circular. Su razón de ser es doble. Por un lado, cerrar la brecha entre la disponibilidad de indicadores y su uso efectivo en decisiones de operación y de inversión. Y por otro, generar evidencias para los planes de circularidad y para la evaluación (benchmark y seguimiento), algo que la iniciativa InnoEcoTur ya había identificado como necesidad crítica del sector.

En este marco, la medición en tiempo real permite detectar patrones, anticipar desviaciones y actuar de forma inmediata, integrando la información con los sistemas de gestión del hotel (por ejemplo, el motor de reservas) y estandarizando los indicadores por ocupación o servicio.

Concretamente, el estudio persigue:

  1. Precisar el “dónde” medir. Esto supone mapear habitaciones, pasillos, cocinas y zonas de servicio de comida, cámaras frigoríficas, plantas y salas técnicas, lavandería y espacios exteriores (piscinas/jardines) como unidades de análisis, estableciendo para cada área los puntos de medida, frecuencias, requisitos de precisión y latencia, así como restricciones de instalación y mantenimiento. La elección de zonas debe responder a su peso en los consumos y a su capacidad de mejora.
  2. Establecer el “qué” y el “cómo” medir. Para este estudio tomamos como referencia la Herramienta Básica de medición de Circularidad en Hoteles creada por el propio proyecto. Para ello, partiendo de cada indicador de la herramienta se determina la posibilidad de su medición mediante un sensor, una técnica de captura y se define método de cálculo de KPI. El resultado es un conjunto de variables con unidades, calidad esperada y procedimiento de recopilación de datos y cálculo de indicador para cada dimensión de energía, agua, residuos y alimentación.
  3. Diseñar el sistema de captura del dato. Desde el sensor hasta el dashboard, definiendo los protocolos, sistema para su almacenamiento y APIs para explotar los datos en cuadros operativos (tiempo real y alertas) y ejecutivos (tendencias, objetivos, benchmarking). Esta arquitectura deberá integrarse con el Property Management System (PMS) y con otros sistemas del hotel para calcular los consumos por habitación ocupada, por huésped o por servicio, que permita realizar un seguimiento de estos basado en el nivel de ocupación y no utilizando medidas globales que puedan distorsionar los resultados.
  4. Valorar inversiones y retornos. Se estimarán rangos de inversión necesaria y costes de mantenimiento del sistema por habitación tipo y por área relevante (cocina/restaurante, zonas técnicas, agua y residuos). El análisis económico se completará con el ahorro estimado y plazos de recuperación, no solo justificar la inversión, sino permitir a los hoteleros priorizar medidas según su impacto y facilidad de implantación.
  5. Proveer un camino de escalado. A partir del piloto, el estudio fijará criterios para ampliar la medición a todo el establecimiento y otros hoteles de la cadena.

Este objetivo técnico se alinea con el contexto regulatorio y estratégico que empuja la transición. El estudio aportará el soporte técnico para traducir las directrices reflejadas en la Estrategia de Sostenibilidad Turística en Destinos y las líneas europeas sobre economía circular, en datos y en decisiones de gestión, con evidencia recogida en un entorno real y replicable.  La herramienta de autodiagnóstico, base metodológica del proyecto, ya anticipa una evolución hacia niveles con más peso de indicadores cuantitativos y resultados. El Living Lab pretende acelerar esa evolución porque convierte la medición continua en decisiones operativas diarias que permitan el ahorro, la reducción del impacto y la mejora de la reputación del hotel.

En términos de impacto, el estudio persigue tres beneficios tangibles:

  • Primero, eficiencia de recursos: reducción de consumo energético e hídrico, de generación de residuos y de mermas alimentarias, con ahorros directos y menor huella ambiental.
  • Segundo, capacidad de gestión: detección temprana de incidencias.
  • Tercero, creación de conocimiento transferible: casos y patrones comparables entre hoteles que sean útiles para empresas y administración.

Estos beneficios son coherentes con los resultados esperados en la iniciativa LabHot-EC y con las prioridades RIS3CV para turismo sostenible y hábitat.